Juan Negrín4. Barcelona, capital de la República

EL 31 DE OCTUBRE DE 1937, NEGRÍN TRASLADA LA CAPITALIDAD DE LA
REPÚBLICA A BARCELONA

El 17 de mayo de 1937, Manuel Azaña otorgó el poder a Negrín. Su propósito era influir en la diplomacia europea a través de Negrín, pero Franco siempre se negó a cualquier mediación internacional. En su
primer año de gobierno, Negrín logró la reconstrucción de los aparatos del Estado y el Ejército Popular alcanzó plena madurez (como quedó patente en las batallas de Brunete, Belchite y Teruel), pero no pudo evitar el desplome de todo el frente Norte ni el desprestigio internacional que supuso el asesinato del dirigente catalán del POUM, Andrés Nin, crimen planeado por los servicios secretos soviéticos. En octubre de 1937, Negrín decidió trasladar la capitalidad de la República a Barcelona, con lo que se inició un tenso periodo de discusión de competencias entre la Generalitat y el Gobierno de la República.

“Negrín dijo que no había podido entender a Cataluña, y que los catalanes
tampoco le habían entendido a él; que se consideraba fracasado y que,
siendo Companys el presidente de la Generalitat y la persona más
destacada de la oposición, era él quién tenía que encargarse del poder,
ya que estaba decidido a presentar su dimisión al presidente Azaña.”
Negrín, en su visita del 15 de agosto de 1938 a la residencia Les Eures,
del presidente de la Generalitat, Lluís Companys, que se encontraba
reunido con Tarradellas, Sbert, Bosch Gimpera y Pi i Sunyer.

Imagen de la página: Azaña y Negrín visitan el frente acompañados de dos de las principales autoridades militares de la República: Vicente Rojo y José Miaja, en noviembre de 1937.
Archivo Juan Negrín López, París.